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Si tu objetivo como viajero es descubrir la escencia del destino a donde te diriges, la opción ideal es uno de los edificios más emblemáticos de Barcelona, España, que data del siglo XIX. En esta ciudad se encuentra el Cotton House Hotel, perteneciente al Autograph Collection Hotels, cuya decoración está inspirada en el algodón a través del juego cromático, las tonalidades de su planta como el blanco, negro y sepia, además de todo lo que este evoca: comodidad, delicadeza, suavidad y naturalidad en tejidos y texturas de la más alta calidad.

Esta propiedad de la prestigiosa cadena Marriott, se sitúa específicamente en la antigua sede de la “Fundación Textil Algodonera”, donde se reunían los miembros y trabajadores de la industria textil de Barcelona. Sus habitaciones le ofrecen al viajero todas las comodidades posibles, tales como juegos de sábana hechas de 300 hilos de algodón egipcio mercerizado; albornoces y zapatillas de nido de abeja, todos con productos 100% naturales de la región del Mediterráneo.

Mandado construir por una familia de la alta burguesía catalana en pleno auge de la industria textil, Cotton House Hotel fue vendido a mediados del siglo XX al Gremio de Algodoneros que estableció en esta propiedad, su sede social con el objetivo de albergar en su interior el mayor número posible de organismos y servicios algodoneros con la idea era crear una auténtica Casa del Algodón.

Cotton House Hotel recupera la esencia de esta tradición brindádole a sus huéspedes un servicio artesanal de sastrería a medida de la mano de los profesionales de Santa Eulalia, la sastrería más prestigiosa de Barcelona, quienes les aconsejarán qué tejidos escoger para tener el sastre de la mejor calidad. Por otro lado, el hotel cuenta con un espacio que se conoce como “L’Atelier”, el cual solía ser el gabinete donde los agremiados se retiraban para que sus sastres y camiseros les tomarán las medidas.

Finalmente a iniciativa de un grupo de promotores hoteleros de Barcelona, Cotton House Hotel acaba de culminar su proceso de remodelación, dando al maravilloso lugar en el que se ha convertido. El proyecto de restauración ha puesto un cuidado extremo en mantener y recuperar todos los elementos originales del edificio. El aclamado interiorista Lázaro Rosa-Violán ha sido el responsable de decorar todas las estancias del hotel, reflejando un estilo contemporáneo y sofisticado que a la vez incorpora todas las funcionalidades necesarias para garantizar un servicio y comodidad al nivel del lujo que esperan los clientes.

Se han conservado los elementos originales del inmueble, como la imponente escalinata de mármol, delicados parqués y boiseries que ornamentan techos, suelos y paredes de algunas de las estancias. También la famosa escalera de caracol construida en 1957, cuya característica principal es que no se apoya en el suelo inferior, sino que está suspendida del entramado metálico del piso más alto del edificio, lo que le da un aspecto ligero y aéreo. Al mismo tiempo se han sustituido de forma integral todas las instalaciones del edificio, dando como resultado un entorno distinguido, lleno de historia y a la vez moderno y confortable.